domingo, 15 de noviembre de 2015

Paseo por los barrios del Sablon y Matonge en Bruselas

¿Aburrida BruselasNo, no digas eso. No es cierto. No comparto esa fama en absoluto. Y tengo muchas razones para rebatir esa reputación inmerecida.
Por lo pronto, no entiendo cómo se puede tachar de aburrida a una urbe multirracial, habitada por gentes de más de cien nacionalidades. Donde se escucha hablar francés y flamenco o neerlandés (lenguas oficiales) tanto como español, alemán, árabe, ruso…
Son los idiomas de los miles de trabajadores de las instituciones europeas y organismos internacionales varios que tienen sede en la capital belga, que es a su vez la capital de Europa. Personas que al caer la tarde, no dudan en quitarse las corbatas y cambiar sus fríos despachos por la cálida barra de un bar donde tomarse una cerveza o dos… ¡o las que hagan falta!
Por eso en Bruselas las terrazas siempre están llenas. Hasta en invierno, gracias a las setas calefactoras. Rebosantes de gente acostumbrada a ir y venir. De profesionales que necesitan hacer pausas en el frenético día a día y que exprimen Bruselas deseosos de a enriquecerse con las infinitas oportunidades de una ciudad donde los espíritus inquietos encuentran un océano de posibilidades.
¿Por dónde hay que moverse para exprimir toda esa esencia? Esta ciudad rebosa sitios donde disfrutar, pero yo voy a centrar este post en mi barrio favorito. El Grand Sablón. Ubicado en la parte alta de la ciudad, es sin duda, donde encontrar la Bruselas más exquisita.
Si hay un día clave para visitar este barrio es el jueves, el día del mercado gourmet que se instala frente a la iglesia de Notre Dame, el corazón del barrio. Es una cita obligada para muchos lugareños digo sólo por el buen ambiente que se respira a última hora de la tarde. También por las delicattessen que allí se pueden degustar, algunas curiosas como la cerveza “Vlawa”. Un nombre con mucho simbolismo: “Vla”, para mencionar la región de donde proceden los ingredientes con los que se ha elaborado (Vlanderen, Flandes en flamenco). “Wa” por que se ha tostado en Walonia. Y la venta en Bruselas donde se ha inventado la marca.
El Sablón es el germen de las mejores marcas. Es el barrio donde nacieron muchas tendencias. En el que se concentra lo más exquisito de Bruselas.  Por eso aquí encontramos no sólo la huella de creadores belgas como Pierre Marcolinila denominada  joyería del chocolate, donde adquirir cacao puro en dosis muy pequeñas, con formas de diseño, y lleno de aroma.
A su lado, reina Neuhaus. El “Rolls Royce del chocolate”. Marca elegante. Refinada pero a la vez tradicional y clásica. Presume el creador de Neuhaus (un farmacéutico) por haber inventado el chocolate como golosina, o sea el bombón. Una de las primeras revoluciones reposteras.
No te vayas del Sablón sin pasar por otra de las tiendas habituales pero imprescindibles en la zona y en la ciudad. La de las Galletas de Maison Dandoy, las “mejores de Bélgica”.
Y si quieres comer algo típico y allí al lado, aprovecha y tómate un “pistolet“: un pan clásico belga que se ha reinventado relleno de todo tipo de productos; dulce, salado… mmm. Es la última moda en la ciudad.
Pero por aquí no todas las tiendas son belgas. La belleza atrae belleza y por eso otras marcas de prestigio han elegido el Sablón para instalar sus tiendas. Por ejemplo LaDureé, un clásico parísino famoso por sus delicados y coloristas macarons que también ha querido hacerse un hueco en el barrio más refinado de Bruselas.
A su lado  llama la atención otra tienda de decoración preciosista. Es otra chocolatería, también con sello francés. Patrick Roger, el cual se autopresenta como el “escultor del chocolate”. Definición que se entiende al entrar en su templo. Digo templo porque esta no es una tienda normal. Es una especie de galería donde el diseño, el arte y los sabores más dulces se fusionan para deleitar los ojos y el paladar.
El Grad Sablon no es sólo un paraíso para sibaritas. Es también una referencia para los amantes del shopping. Por ejemplo no dejes de visitar, los fines de semana, el mercadillo de antigüedades. También hay muchos establecimientos especializados en piezas de arte africano, joyerías de diseño…
Si te gustan los tesoros vintage (como a mi), pon rumbo a la rue Blaes donde encontrarás piezas que seguro harán temblar tu tarjeta de crédito. Aviso. El Sablón es peligroso y crea adicción.
Si no quieres caer en tentaciones consumistas no pasa nada. Hay plan B. El Sablón da para mucho, también para descansar. Y hay un rincón en este barrio donde a mi me gusta sentarme a descansar:  el jardín del Palacio Egmont (actual Ministerio de Exteriores). 
Para finalizar el recorrido por el Sablon, otro consejo. Salí del parque de Egmont por la rue deGrand Cerf (el gran ciervo), referencia por sus galerías de arte y anticuarios, entre ellos la sede de la famosa casa de subastas Lempertz en Bruselas.
Y si quieres seguir de compras, aprovecha y continua hasta el Boulevard de Waterlooaunque ¡ojo! esta calle ancha ya no tiene el encanto del Sablón. Eso sí, aquí encontrarás las tiendas habituales, las grandes firmas internacionales y las más pequeñas.
Pero como a mi lo que me gusta es huir de lo típico y buscar lo diferenciador, les propongo rematar esta jornada con buen sabor de boca. Y para eso, seguimos caminando un poco más, hasta llegar a la zona de Matonge- San Bonifacio.
Otro barrio de moda. Este más alternativo y bohemio, con un toque étnico, muy distinto al Sablón. Ideal para cenar en una terraza, entrar en tiendas con encanto y disfrutar de otra cara de Bruselas. También aquí tengo un ritual que cumplir. Lo primero, comprar té en la Teteria Comptoir Florian.
Después, sentarme en  la brasserie el Ultime Atome, frente a la iglesia, donde importante, sirven comida a cualquier hora (No te extrañe encontrarte con alguna cara conocida en su terraza) Y tercero, dejar pasar las horas disfrutando y observando a la gente, mirando las caras de una ciudad que insisto, es un crisol de razas y culturas. Y eso para mi es todo menos aburrido ¡Adoro Bruselas!
¿Me recomiendas tus rincones favoritos para ayudar a otros viajeros y tenerlos en cuenta en futuras visitas?

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