domingo, 23 de agosto de 2015

Mi Ciudad Ideal... Barcelona

Tengo un problema con Barcelona: me gusta demasiado. Y cuando algo me gusta demasiado, me cuesta escribir al respecto porque pierdo completamente la objetividad. Cuando un lugar me atrapa no soy capaz de distanciarme y mirarlo de lejos sino que me meto tan adentro que me cuesta hablar de él. Y así estoy ahora, hace una semana pensando que contar acerca de Barcelona e incapaz de escribir sobre ella.
Podría contarles que caminé por el barrio de Gracia, visité el Parque Guell (uno de los lugares más mágicos de la ciudad), subí a Montjuic y casi voy a ver un partido del Barca (pero después me dio fiaca y me acordé de que el fútbol me aburre bastante). Podría hablarles acerca de los precios de la ciudad, que los menúes no bajan de los 8 euros, que lo más barato es comerse un kebab o un bocadillo por 3 euros, que el metro cuesta 1.45 euros, que entrar a los museos y a las obras de Gaudí puede destruir el presupuesto de cualquier viajero low cost, podría hacer una reseña de la Fundación Miró, podría sugerirles que visiten el bar de Manu Chao, podría explicarles cómo llegar a la Plaza Real y dónde comprar ropa en oferta… ¿Pero les estaría diciendo algo acerca de la esencia de Barcelona? Es justamente la esencia de esta ciudad lo que me atrapa, pero cuando tengo que definirla o describirla, no me sale nada, quedo horas frente a la computadora sin poder escribir una palabra.
Muchas veces me preguntaron si, al viajar, tengo días muertos, días en los que no me pasa nada interesante, días en los que no hago nada, días en los que me tomo todo con tranquilidad, días en los que no me inspiro. Días de inacción, por así decirlo. Sí, esos días son parte de los viajes largos. Cuando hacemos un viaje por un tiempo determinado nos enfrentamos a los lugares con la urgencia de saber que en poco tiempo la travesía se termina. Queremos ver todo, condensar las experiencias, aprovechar el poco tiempo que tenemos. Esa es una de las cosas que me gusta de los viajes con fecha de vencimiento: que, por unos días, vivimos en otra realidad con otras reglas y lo hacemos con intensidad, sabiendo que dentro de poco volveremos a la rutina de siempre. Cuando hacemos un viaje largo, sin un final previsto, el viajar se convierte en “vivir” y, por lo menos en mi caso, hay días en los que me bajoneo, hay días en los que me planteo muchas cosas y hay días en los que no hago nada productivo. Son días en los que, más que “viajar”, me dedico a vivir. Y eso es justamente lo que no me paso con Barcelona ya cuando la conocí sabía cuando iba a llegar y cuando iba a irme, pero sin embargo sentí que estaba viviendo la ciudad, que la estaba conociendo de a poco, que estaba tratando de descifrar qué es lo que me hacía y hace estar así de encantada con ella. Será su multiculturalidad, será que cada calle parece una obra de arte, serán sus laberintos, serán sus influencias africanas y árabes, será su música, será su vida callejera, será su mar, será su gente, será que siento que encajo bien. No lo sé, fui de a poco, viviendo el día a día con tranquilidad, y es por eso que me cuesta tanto escribir acerca de esta Ciudad Ideal.
Barcelona, la capital de Catalunya es una ciudad llena de vida. Si la visitas, la disfrutarás más en verano (de mayo a septiembre) ya que con el calor se puede hacer más vida de calle y se aprovechan mejor sus playas. No obstante, en invierno también tiene su gracia, sobre todo en diciembre y enero cuando sus calles se llenan de luces y de ambiente navideño. 

Ahí van 10 ideas de cosas que hacer en Barça:

1) La Plaça Catalunya y les Rambles

No puedes decir que has estado en Barcelona si no has paseado por la mítica calle de las Ramblas. Esta calle empieza en la Plaça Catalunya, la más importante de la ciudad, y baja hasta el monumento de Colón, cerca del mar. A ambos lados de la calle queda el barrio antiguo de Barcelona, Ciutat Vella. Una de las atracciones favoritas para los turistas en las ramblas son las estatuas humanas, artistas que con disfraces extremadamente elaborados entretienen a los paseantes todos los días. También encontrarás tiendas de flores, kioskos, bares, restaurantes y muchos carteristas! Nadie les robará agresivamente pero cada día desaparecen carteras de turistas. Les recomiendo parar al bar Viena (al comienzo de la calle desde plaza Catalunya) y probar el bocadillo de jamón serrano!

2) El Mercat de la Boqueria y la Plaça Real

Encontraras el Mercat de la Boqueria en la misma calle de las Ramblas. Es un mercado de frutas y verduras que poco a poco se ha ido convirtiendo en una atracción turística pero eso no ha evitado a las abuelitas seguir comprando allí como siempre. Es el mercado más grande de Catalunya y ofrece tanto productos locales como exóticos. La Plaça Real es una plaza de forma trapezoidal con una fuente en el medio. Está algo escondida al lado de las ramblas y es perfecta para salir de noche. Hay varios pubs interesantes!

3) Ciutat Vellael Gòtic y el Raval

Ciutat Vella es el barrio antiguo de la ciudad y una de las razones por las que me encanta Barcelona. Las Ramblas cruzan este barrio y lo dividen en dos partes: el Gótico y el Raval. El Gótico (a la derecha bajando por las ramblas) es algo más turístico. Está formado por callejuelas que pueden parecer un laberinto. Es casi obligatorio perderse por estas calles al menos una vez en la vida. Si lo haces quizás termines encontrando la Plaça del Rei una pequeña plaza que les transportará a la Edad Media. ¡No ha cambiado nada desde entonces! En la otra parte del barrio, el Raval, viven muchos de los inmigrantes de la ciudad (sobre todo indios y paquistaníes). Es un barrio no tan cuidado como el gótico donde encontraras muchos bares y restaurantes interesantes y a buen precio.

4) Las playas

Barcelona cuenta con nueve playas. Son muy accesibles y se puede llegar tanto caminando como en el metro. Todas tienen servicios y suelen estar limpias. La más famosa es quizás la que está junto a los dos pequeños rascacielos de Barcelona, la platja de la Barceloneta. Enfrente de la playa hay varios buenos restaurantes donde comer una paella. De todas formas, si quieren buenas playas de verdad tienen a la costa brava, a una hora en auto hacia el norte de Barcelona.

5) El Parc de la Ciutadella

Es un parque bastante grande situado a 15 minutos andando desde el monumento de Colón. Hay bastante vegetación y un lago en el medio donde pueden alquilar la típica barquita. Es un sitio genial donde pasar las tardes y sobre todo los domingos, cuando cientos de jóvenes y no tan jóvenes se reúnen para hacer malabares. Allí también encontraran, además del Zoo de Barcelona, el Palau del Parlament de Catalunya.

6) Montjuïc

Montjuïc es el pequeño monte de 184 m. delante del mar que se ve desde cualquier punto de la ciudad. Debe su nombre a los judíos que enterraban allí a sus muertos. Es un parque muy grande perfecto para explorar durante toda una mañana y llegar arriba del todo desde donde tendrán muy buenas vistas de la ciudad, sobre todo desde el castillo que hay en la cima.

7) El Barri de Gràcia

Este pequeño y antiguo barrio fue un pueblo antes de unirse completamente a Barcelona. Hoy en día es un lugar perfecto para salir a tomar unas copas con el ambiente quizás más auténtico de Catalunya. Allí encontraran bares de copas con banderas independentistas al lado de kebabs de paquistaníes.

8) El Tibidabo


El monte del Tibidabo queda detrás de la ciudad separándola del resto de la provincia. Esta montaña de 516 metros tiene en su cima un pequeño parque de atracciones y una iglesia desde la que tendran las mejores vistas de la ciudad. ¡Vale mucho la pena subir en un día soleado!

9) La Sagrada Família y el Parc Güell


¿Ya conocen a Antoni Gaudí? Si es que no, lo vas a conocer pronto en Barcelona. Gaudí ha sido el arquitecto más famoso de la ciudad y la mayoría de edificios emblemáticos fueron diseñados por él. Como por ejemplo, la Sagrada Familia, una catedral que empezó a construirse en 1881 y que se calcula que se terminará en el 2026. Esta catedral en construcción se ha convertido ya en el edificio más emblemático de Barcelona. Otra atracción turística diseñada por Gaudí es el Parc Güell. Un gran jardín que se construyó entre el 1900 y el 1914 en el que verán muchos detalles de la arquitectura modernista del admirado arquitecto.


10) El Camp Nou

Sabiendo que la mayoría de los lectores de Una Vida en Maletas son argentinos, no hace falta hablar mucho del estadio del Barça, puesto que en uno de los países en el que se juega el mejor fútbol, ya lo conocen de sobras. Solo decir que es el más grande de Europa con capacidad para casi 100.000 personas y que lo pueden visitar aunque no haya ningún partido. Por cierto, a los aficionados del Barcelona se los conoce como culés porque en el antiguo estadio del equipo, las gradas eran bastante sencillas y se veía el culo y la espalda de todos los aficionados cuando estaban sentados. Culo en catalán es cul y de aquí, culés.

Ahora para terminar con el posteo de hoy les dejo un temita de mi querido Manu Chao

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